Dia Internacional del Migrante

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El 4 de diciembre de 2000 la Asamblea General de Naciones Unidas, teniendo en cuenta que existe un importante número de inmigrantes en el mundo, y que ese número continúa incrementándose, proclamó el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reafirma su compromiso de promover una gestión humana y ordenada de la migración en beneficio de todos, incluyendo las comunidades de origen, tránsito y destino.

Debido a la persistente falta de vías migratorias seguras y regulares, millones de personas siguen emprendiendo viajes peligrosos año tras año. Desde 2014, más de 50.000 migrantes han perdido la vida en rutas migratorias en todo el mundo.

Según registros nacionales (INE) la mayor población de migrantes se encuentra distribuida en la región Metropolitana y en la zona norte del país, específicamente en la región de Tarapacá y Antofagasta como se muestra en la imagen.

El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular es una buena guía para hacer realidad la movilidad humana y de ese modo aprovechar las posibilidades que esta ofrece. Se trata de una herramienta eficaz para que los Estados debatan sobre la mejor manera de abordar los retos de la movilidad humana sin comprometer los derechos humanos de las personas ni la soberanía de los Estados. Más información sobre el proceso de elaboración del Pacto Mundial para la Migración en el sitio web de la ONU sobre Refugiados y Migrantes.

Migración y solidaridad
En la ciudad de Iquique, la migración es un fenómeno que se repite década tras década. Tiempo atrás, migraron a Iquique: chinos, quienes instalaron sus chifas en el centro de la ciudad, los italianos (después de la guerra) quienes también aportaron a la ciudad con restaurantes, los coreanos quienes llegaron por motivos de la Zona Franca, y así, otros migrantes de otros países. Tampoco podemos dejar de nombrar la migración interna, los chilenos que llegaron por la guerra del pacífico, los “enganchados”, los sureños que llegaron a trabajar a las salitreras, los que posteriormente llegaron para trabajar en las minas de cobre y los jóvenes que llegaron a realizar estudios de educación superior cuando se dio vida a la universidad. Ante estos amplios episodios históricos, sorprende la multiculturalidad que existe en la ciudad, y la variedad de comidas, actividades culturales y comerciales.

Cada nuevo tiempo, un pueblo migra, por diferentes razones: económicas, educacionales, laborales, de desarrollo personal. Y existen las personas que migran de manera forzada que se encuentran obligados a desplazarse, y están los que migran por necesidad.

Las y los migrantes enfrentan lo desconocido, lo inhóspito, deben enfrentar una gran oscuridad sin saber que va a pasar, pero recordemos masonas, que es en la oscuridad donde se encuentra la semilla, y es frente a la luz donde florecerá, por eso, cada vez que una persona migrante, ya sea: mujer, niño/niña, adolescente, adulto mayor, nos solicite ayuda, demos la ayuda, y esta, no necesariamente debe ser económica, a veces, se requiere apoyo emocional, una oportunidad para mostrar los talentos, una oportunidad para ser cada día mejor, pero no solo ellos están creciendo con este acto solidario, sino que también nosotras como personas, el día de mañana, estos migrantes serán parte de nuestros equipos de básquetbol, de fútbol, de los equipos de salud, ya que todos podemos aportar, todos podemos ser más.

Con apoyo, con solidaridad no solo se crece afuera, se crece también adentro, veamos lo positivo en nosotras y los demás, así seremos una mejor sociedad.

Por Logia Kimsa Warmi Nº39 de Iquique.

Imagen: https://www.migracionenchile.cl/poblacion/