Día Mundial por la Reducción de Emisiones de CO2

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Su objetivo esencial es crear conciencia y sensibilizar a los habitantes de nuestro planeta sobre el cambio climático y los impactos que este ocasiona.

Cada 28 de enero se conmemora el “Día Mundial por la Reducción de Emisiones de CO2o “Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre”, según lo estableció la Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

Este día fue designado como el momento clave del año para tomar decisiones a nivel global en pro del cuidado del mundo llamando la atención de los líderes del orbe para fomentar acciones como el desarrollo de jornadas de educación ambiental, ejercicios de reforestación, conferencias y otras actividades que ayuden a generar conciencia ambiental y a aprender sobre cambio climático y sus efectos en nuestro planeta.

Normalmente, el planeta sufre cambios climáticos “naturales”, como ocurrió en contadas ocasiones en la historia; sin embargo, desde la revolución industrial, las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles y otros, han causado un incremento considerable en las emisiones de CO2 (y otros GEI) a la atmósfera provocando el calentamiento global y la acidificación de los océanos.

Según Datamacro.com (1), la lucha contra el calentamiento global está en marcha, pero las altas cifras de emisiones de dióxido de carbono no permiten que seamos muy optimistas en cuanto a la reducción de la contaminación de nuestra atmósfera. El problema mejoraría de forma radical si los 10 países que más CO2 arrojan a la atmósfera se tomaran en serio su reducción, ya que solo ellos generan el 72% de los gases invernadero. Cabe decir que solo China, que se encuentra en el primer lugar del ranking de países emisores de CO2, contamina tanto como Estados Unidos, India, Rusia y Japón juntos, es decir, los países más contaminantes son países desarrollados. 

En el ranking año 2021, Chile ocupó el puesto número 140 de 189 países, con la emisión de 85,703 megatoneladas. Los principales causantes de esta tendencia creciente fueron las emisiones generadas por la quema de combustibles fósiles, del ganado y por la aplicación de fertilizantes en los suelos agrícolas. Como país, se han tomado medidas importantes para reducir la huella de carbono y combatir el cambio climático, como el cierre sucesivo de plantas a carbón y otras acciones que se enmarcan en los compromisos de Chile en el Acuerdo de París, llamados Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), las que contemplan distintos ámbitos, como los océanos, los bosques, el transporte y la economía circular, entre otros. El país se fijó la meta de ser carbono neutral al 2050, esto es, que sus emisiones sean equivalentes a cero, a través de implementar medidas como:

  • Mejorar y aumentar la eficiencia de las energías.
  • Apoyar el uso de combustibles limpios y energías renovables.
  • Mejorar la eficiencia de los procesos de combustión.
  • Modificar tendencias de consumo a través de una buena educación ambiental.
  • Utilizar soluciones basadas en la naturaleza para reducir emisiones. 

En definitiva, de la presencia del dióxido de carbono en la atmósfera, todos y cada uno de los habitantes del planeta tenemos responsabilidad en mayor o menor grado, pues las actividades humanas son impulsadas mediante mecanismos que involucran a este gas de efecto invernadero (GEI), causante principal del cambio climático. Tomar conciencia de que todas y cada una debemos y podemos reducir nuestra huella ecológica para hacer frente a la amenaza real que se cierne sobre la humanidad entera, nos coloca en el punto de arranque para revertir el calentamiento de la Tierra.

Nuestra actual Ministra de Medio Ambiente (2), ha señalado “Para alcanzar el objetivo de convertirnos en un país carbono neutral, necesitamos cambiar la forma en que nos transportamos, alimentamos, manejamos los residuos, vestimos y producimos energía, mientras nos adaptamos a los efectos del cambio climático -que llegaron para quedarse-, por ejemplo, en relación a la disminución de disponibilidad de agua. Es una transformación que, para tener éxito, debe integrarse en el corazón de las decisiones de todas y todos y a todo nivel: debe ser empujada por las empresas, los municipios, las organizaciones y, por supuesto y con mucha fuerza, el Estado en su conjunto”. 

Apoyemos la eficiencia energética y el uso de energías renovables con acciones sostenibles como:

  • Movilidad sostenible o uso de transporte sostenible, es decir utilizar transporte masivo, desplazarnos en bicicleta o a pie cuando no sea imprescindible el automóvil.
  • Aplicar las 3 R (Reducir-Reciclar-Reutilizar) y apoyar la economía circular.
  • Cuidar y conservar bosques, mares y océanos, para que los volúmenes de CO2 que retienen dejen de emitirse a la atmósfera.
  • Reducir consumo de energía eléctrica: apagar focos innecesarios, desconectar aparatos eléctricos que no estén siendo utilizados, pintar casas y oficinas con colores claros, instalar ventanas que permitan la entrada de la luz natural, planchar de día, revisar instalaciones para evitar fugas, etc.
  • Apoyar la agricultura sostenible y consumir alimentos locales y de temporada.

Cada acción individual, por más pequeña que parezca, suma a un impacto colectivo y significativo hacia un ambiente más sostenible para el presente y el futuro. Cada una de nosotras, podemos tomar conciencia y transformarnos en agentes cambio frente a esta realidad, contribuyendo diariamente a reducir las emisiones de CO2.

Por Alejandra Carevic Sierra, Departamento Medio Ambiente y Sustentabilidad GLFCH.

REFERENCIAS:
https://datosmacro.expansion.com/energia-y-medio-ambiente/emisiones-co2
https://unfccc.int/sites/default/files/resource/Informe_5IBA_2022_Final.pdf
https://www.gob.mx/semarnat/es/articulos/dia-mundial-por-la-reduccion-de-las-emisiones-de-co2