Declaración pública de la masonería femenina sobre el paro docente y el cambio curricular para la educación media

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Santiago, 9 de julio de 2019

La Gran Logia Femenina de Chile, institución eminentemente humanista que sustenta los postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad, no puede ni quiere estar ajena a los problemas sociales que aquejan a nuestro país, más aún si ellos se relacionan con la educación pública nacional, base del crecimiento y desarrollo del ser humano en los planos intelectual y moral, así como palanca de movilidad social.

En este contexto, expresamos nuestra opinión, fundamentada en los valores laicos y de libertad de conciencia que nos animan, en la creencia que todos los seres humanos somos iguales y merecemos las mismas oportunidades de desarrollo y que, en este marco, la educación es un derecho fundamental de todos los niños, niñas y jóvenes que habitan en nuestro país.

  1. Reconocemos que las demandas de los profesores son legítimas y que no están condicionadas a un tema económico salarial, sino a consideraciones de justicia e igualdad para los docentes. En este sentido apoyamos las reivindicaciones que se refieren a resolver la deuda histórica del profesorado y a la igualdad de condiciones para los y las educadores diferenciales y de párvulos, especialmente porque se trata de profesionales que en el 96% de los casos son mujeres, convirtiéndose esta brecha en una discriminación salarial y de género.

 

  1. Asimismo, objetamos los cambios curriculares aprobados por el Consejo Nacional de Educación (CNED) que establecen, entre otros puntos, que las asignaturas de Historia y Educación Física pasarán a ser optativas a partir de tercero y cuarto medio. Los seres humanos, para ser felices y útiles a la sociedad requieren de una formación que se haga cargo de conocimientos y valores en los más diversos ámbitos, especialmente en la etapa de formación para la vida que enfrentan los y las jóvenes de 16 a los 18 años.

 

Así, consideramos que el desarrollo de habilidades o competencias comunicativas y del pensamiento lógico matemático son relevante para aprender a pensar, argumentar y cuestionar y que leer e imaginar mundos y situaciones desconocidas son tan importante como aprender a disfrutar de la belleza de una pintura o de una obra musical. Por otra parte, el 60% de ciudadanos con sobrepeso que ostenta Chile nos muestra que el camino es integrar el ejercicio como parte de la vida diaria. Una mente sana requiere de un cuerpo sano.

 

En cuanto a la eliminación de las clases de Historia, señalamos con énfasis que sin conocer el pasado no podremos construir un futuro con respeto por los demás y por el medioambiente. Valoramos por ello la idea de integrar cursos de educación ciudadana. Por ello también, llamamos a reemplazar las clases de religión por formación valórica laica que propicie el pensamiento reflexivo, crítico, opinante así como el amor y el respeto a todos seres humanos y cuidado del planeta.

En consecuencia, como Gran Logia Femenina de Chile, hacemos un llamado tanto al Gobierno como al noble Gremio Docente para que en pos de los estudiantes  del país realicen un ejercicio de tolerancia,  y generosidad , poniendo en el centro de la negociación los valiosos puntos en los que sí hay acuerdo y con base en ellos, acuerden  lo mejor para la educación pública de nuestro país, que pasa por tener docentes bien remunerados , considerados y con las condiciones dignas de un trabajo de tanta importancia para el futuro de la República.

“La educación es el arma más poderosa que se puede usar para cambiar al mundo”, señaló Nelson Mandela, a lo que sumamos las palabras de Paulo Freire, “la educación no cambia al mundo, cambia a las personas que cambiarán el mundo” y de la primer mujer profesora universitaria de nuestro país y de América Latina, Amanda Labarca, quien afirmaba que “educar es socializar y potenciar las capacidades de cada persona”.

La Gran Logia Femenina de Chile aboga por una educación pública de calidad, laica y no sexista. Así enseñaremos a las futuras generaciones la relevancia de la libertad de conciencia para que cada cual adopte la decisión que estime como más adecuada en las distintas circunstancias que le presente la vida. Abogamos por el respeto a la diversidad, por el derecho a disentir y a tener distintas visiones de la vida, siempre con el máximo respeto por las ideas del otro/a.

 

Carmen Mardones Hauser

Gran Maestra

Gran Logia Femenina de Chile