Para la Masonería, un valor de primerísima relevancia es la SOLIDARIDAD, entendida como la colaboración mutua entre individuos ante adversidades y principalmente como forma de vida de los seres humanos y de las sociedades, con el fin que todas y todos tengamos igualdad de oportunidades en materia de alimentación, educación, salud, trabajo, vivienda y protección social en general.
Según Naciones Unidas, uno de los valores fundamentales para las relaciones internacionales en el siglo 21 es la solidaridad. Los objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), programa con objetivos al 2030, “ponen en el centro a la persona y al planeta, se apoya en los derechos humanos y está respaldado por una alianza mundial decidida a superar la pobreza, el hambre y las enfermedades. Se forjará por tanto sobre la base de una cooperación y solidaridad mundiales. Celebrar la solidaridad es celebrar nuestra unidad en la diversidad y “es un día para actuar y buscar nuevas iniciativas para la erradicación de la pobreza”.
Si bien existen diferentes días en el calendario donde se releva este concepto, en 1994 el Congreso Nacional chileno instauró el 18 de agosto como el Día de la Solidaridad en homenaje al santo chileno Alberto Hurtado, convirtiendo en una tradición que agosto sea reconocido como el mes de la solidaridad.
