Anualmente cada 17 de junio se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, con el fin de concientizar y promover acciones que detengan y reviertan la degradación de los ecosistemas. Este 2024 se cumplirán 30 años desde que se instauró esta fecha y se celebrará bajo el lema “Unidos por la tierra: Nuestro legado. Nuestro futuro”.
La Convención de las Naciones Unidas de la Lucha contra la Desertificación (CNULD), define la desertificación como “la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas».
Según la CNULD en nuestros días, diversos ecosistemas de todo el mundo se encuentran en peligro, desde bosques hasta tierras áridas y lagos. Además, actualmente el 40% de la tierra está degradada, se suma, que el número y la duración de las sequías han aumentado un 29% desde el año 2000, por lo que el aumento de la frecuencia y duración de este fenómeno agrava aún más la situación con proyecciones preocupantes para el futuro si no se toman medidas urgentes, con acciones concretas, las sequías pueden afectar a más de las tres cuartas partes de la población mundial para 2050.
En nuestro país, las principales causas biofísicas, socioeconómicas y políticas de la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía, son la deforestación, los incendios forestales, los procesos subsecuentes de cambio de uso de la tierra y el uso agropecuario inapropiado de las tierras forestales. Los territorios afectados en Chile por estos procesos superan el 21,7%.
El riesgo de degradación de la tierra a nivel nacional expresado en términos de superficie indica que aproximadamente el 79,1% del país tiene algún grado de riesgo de degradación de la tierra en categorías leve, moderado o grave, correspondiendo a 59.863.662 hectáreas. La población afectada con algún grado de riesgo de degradación de las tierras asciende aproximadamente a 12.064.099 habitantes lo cual equivale al 67,1% de los habitantes del país distribuidos en 292 comunas.
En tanto, el fenómeno de la sequía a nivel nacional expresado en términos de superficie afecta a aproximadamente el 72% de las tierras del país en alguno de sus grados, leve, moderado o grave, lo que corresponde aproximadamente a 55 millones de hectáreas. La población bajo algún riesgo de sequía asciende aproximadamente a 16 millones de habitantes lo cual equivale al 90% de los habitantes del país, distribuidos en 317 de las 345 comunas del país.
Si bien, no es posible retroceder el tiempo y revertir totalmente esta situación, podemos implementar una serie de acciones dentro de las que destacan el cultivar, proteger y concientizar, actuando con medidas en el presente para evitar su degradación acelerada y proteger a nuestras futuras generaciones.
La invitación está abierta: seamos agentes de cambio ¡Actuemos ahora por el bien de la Tierra y de todos sus habitantes!
Por Carolina Meza, Departamento de Medio Ambiente y Sustentabilidad GLFCH.