Durante la primera Conferencia Internacional de Eficiencia Energética realizada en Austria en 1998, se estableció el día 05 de marzo como el “Día Mundial de la Eficiencia Energética”.
Para entender el concepto de eficiencia energética, lo primero es entender que la energía se presenta de diversas formas en el universo. Una de esas formas es la materia, la que puede transformarse y producir cambios en su entorno.
En nuestro planeta existen distintas fuentes de energía, algunas de ellas provienen de recursos naturales tales como el viento, el agua y el sol. En otros casos, provienen de las llamadas “fuentes de energía combustibles fósiles”, que es el caso del carbón, gas y petróleo, que al realizar su combustión, emiten a la atmósfera dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero, uno de los causantes del calentamiento global y por ende del cambio climático.
Uno de los indicadores fundamentales para medir el desarrollo económico de un país es su matriz energética. Esta matriz puede estar compuesta por fuentes de energía primaria o secundaria, según la demanda de los distintos sectores productivos y de la población o usuarios finales dentro una nación.
En Latinoamérica y en el mundo entero, se encuentra extendido el uso de los combustibles fósiles como parte del consumo energético diario de millones de personas.
Chile es uno de los países pioneros a nivel mundial en iniciar el proceso de transición energética, es decir, cambiar el uso de fuentes de energía primaria derivadas de combustibles fósiles a fuentes de energía secundarias como el hidrógeno verde.
De esta forma, se desea evitar los efectos nocivos del cambio climático, incorporando al sistema energético de nuestro país, el uso sostenible de los recursos naturales que producen energía de forma más eficiente, lo que a largo plazo permitirá no sólo una mayor producción con iguales o menores costos energéticos, sino que el bienestar de sus habitantes y el acceso a una digna calidad de vida, así como también un menor impacto ambiental y daño en la naturaleza.
Si pensamos que la humanidad es parte del universo y por ende de la naturaleza, que todo está en constante movimiento y transformación para su propia evolución, entenderemos la idea de Albert Einstein que todo es energía y eso es todo lo que hay. La energía, por ende, nunca se destruye, sino que se transforma y que al fin de cuentas somos una chispa divina, somos energía.
Por Paula Cancino Kobek, Directora Departamento de Medio Ambiente y Sustentabilidad GLFCH.
REFERENCIAS:
https://web.fceia.unr.edu.ar/es/noticias-fceia/1211-5-de-marzo-d%C3%ADa-mundial-de-la-eficiencia-energ%C3%A9tica.html#:~:text=El%20origen%20de%20esta%20fecha,explotar%20fuentes%20de%20energ%C3%ADas%20renovables
https://www.agenciase.org/biblioteca/