El 28 de Junio es el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+ el cual conmemora una serie de eventos históricos que marcaron un hito en la lucha por los derechos y la igualdad de esta comunidad. El origen de esta celebración se remonta a los disturbios de Stonewall en 1969, en Nueva York. En una época en la que las personas LGBTIQ+ enfrentaban persecuciones constantes, la redada policial en el bar Stonewall Inn desencadenó una serie de protestas y enfrentamientos que duraron varios días. Estos disturbios se convirtieron en un símbolo de resistencia y marcaron el comienzo del movimiento moderno por los derechos LGBTIQ+.
Las repercusiones de los disturbios de Stonewall motivaron la creación de diversas organizaciones defensoras de los derechos LGBTIQ+, e inspiraron las primeras marchas del Orgullo, como expresión del derecho a la igualdad de derechos, a la identidad y la diversidad sexogenérica, y como llamado de atención contra la discriminación y la estigmatización.
La sigla LGBTIQ+ es un símbolo de inclusión y diversidad. Cada letra denota una identidad de género u orientación sexual: Lesbiana, Gay, Bisexual, Transgénero, Intersexual, Queer y más. Esta diversidad dentro de la comunidad es un reflejo de la variedad de experiencias y luchas individuales, todas unidas por un objetivo común de reconocimiento y respeto en un momento histórico donde continúan la discriminación y el odio hacia el colectivo.
Como mujeres masonas reconocemos los valores fundamentales de igualdad, libertad y sororidad/fraternidad, así como, la lucha contra el error de los prejuicios y el respeto irrestricto a la dignidad y el camino propio de cada persona. Reconocemos también, como una tarea fundamental, la construcción de una sociedad de respeto, libre de violencia y de discriminación, en definitiva, un espacio inclusivo donde toda identidad de género y orientación sexual sea reconocida como válida y digna.
En este mes de junio, invitamos a tomar las lecciones que nos entrega la reflexión de nuestro pasado para desbastar la piedra bruta de los prejuicios y para reconocer que es en la diversidad que las sociedades se fortalecen.
Por Demian Carrera, Departamento de Género GLFCH.