El Día de la Madre moderno tiene diversos orígenes: en 1908 la activista Anna Jarvis, organizó un día de homenaje a su madre y a todas las madres en el estado de Virginia Occidental, Estados Unidos. Luego, en 1914, Woodrow Wilson proclamó oficialmente el segundo domingo de mayo como el Día de la Madre en Estados Unidos. En México se adoptó esta fecha y se asimiló a la Virgen de Guadalupe. Todas las raíces coinciden en homenajear a la mujer que cuida, cría, educa y protege.
Actualmente, el Día de la Madre permite reconocer el trabajo no remunerado que realizan las madres en el hogar y en la crianza de los hijos. Según estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres dedican 3,2 veces más tiempo que los hombres, a las labores de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, es decir 4 horas y 25 minutos frente a 1 hora y 23 minutos realizado por hombres, lo que a menudo afecta e incide en sus oportunidades, sobretodo en su participación en la fuerza laboral y desarrollo individual.
Desde la perspectiva de la masonería femenina, el Día de la Madre es una ocasión para reflexionar sobre los principios de fraternidad, igualdad y solidaridad. Las masonas reconocen y valoran el rol de la mujer en la sociedad en todas sus dimensiones: profesional, líder y agente de cambio y también como madre. Se valora la entrega valiente e incansable de tantas mujeres que buscan la seguridad y la felicidad de sus hijos.
La masonería femenina saluda fuerte y sororamente a todas las madres que protegen la vida, que abren camino, y que trabajan por un futuro más justo y equitativo para todas las personas.
Y en esta celebración, les dejamos algunas preguntas para reflexionar: ¿Cómo podemos celebrar el Día de la Madre de manera inclusiva, reconociendo y valorando las diferentes experiencias y roles de las mujeres en la sociedad?, ¿Cómo podemos promover una distribución más equitativa de las responsabilidades de cuidado en el hogar y en la comunidad, para que todas las mujeres-madres tengan igualdad de oportunidades en su vida personal y profesional?
Por Departamento de Género GLFCH.
