
El Día Mundial de las Aves Migratorias se celebra en toda América el segundo sábado de mayo con el fin de crear conciencia en la población sobre la importancia ecológica de estas aves con el entorno natural y urbano.
Las aves migratorias recorren miles de kilómetros a lo largo de su ciclo de vida, alejándose de su lugar de nacimiento (anidación), llegando a ser las más extremas aquellas que viajan de polo a polo, en busca de alimentación, crianza y supervivencia de la especie, para evitar las temporadas más frías y de menor abundancia en alimentos de sus zonas o regiones de origen.
El reloj biológico de las aves migratorias, según estudios de larga data, pueden detectar cambios en las señales ambientales, de temperatura del aire, velocidad del viento e intensidad lumínica del día que marca el cambio de las estaciones. Para cuando comienzan a descubrir estas señales, se desencadena una serie de estimulaciones endocrinas que hacen que las aves se alimenten en abundancia para resistir el viaje de miles de kilómetros.
Las migraciones de aves tienen curiosidades en sus comportamientos como, por ejemplo, no todas las aves migran en invierno para irse a lugares cálidos; no todas viajan por aire, sino muchas también lo hacen por tierra, con vuelos cortos y largas caminatas; no todas van de norte a sur o de polo a polo…
Muchas de las migraciones pueden ser de valles a montañas o de zonas continentales a marinas. La diversidad en las migraciones es tan variada como las rutas de aviones. Antes se pensaba que los grandes viajes se realizaban para enseñar a las nuevas generaciones, pero estudios han demostrado que los ejemplares juveniles pueden regresar por las mismas rutas que sus antepasados, sin menores dificultades.
Las grandes migraciones aéreas se dan por la tarde noche para guiarse con las estrellas, tal como si fuera su GPS; con ello aprovechan los vientos nocturnos, de mejores características para el vuelo y, además, para ocultarse de sus depredadores. El comportamiento es fascinante por la diversidad de estrategias que tienen las aves para moverse en grandes distancias y la interacción que tienen con otras especies, en diferentes lugares del planeta.
En Chile tenemos la fortuna de poseer una larga costa con diversas características que son apropiadas para este tipo de aves. Un ejemplo son los humedales de la zona sur del país, en la región de Los Lagos, cuyos ecosistemas son reconocidos a nivel internacional para la conservación de aves playeras migratorias. Es así como el humedal marino de Chamiza sustenta casi un 10% de la población de Limosa haemastica que se reproduce en Alaska y que cada año migra miles de kilómetros, hacia los humedales marinos del sur de Chile, para alimentarse.
En nuestro país coexisten alrededor de 480 especies de aves, entre las residentes y las migratorias, siendo un indicador de la salud de los ecosistemas. La principal amenaza es el cambio climático, la contaminación, deforestación, incendios, urbanización, animales domésticos, pesca industrial, entre otros tantos, y que destruyen las zonas de descanso y la disponibilidad de alimento.
El aumento o la disminución de las temperaturas, ha ocasionado que varias especies de aves migratorias retrasen el inicio de sus viajes hasta en 20 días. Esta alteración genera incertidumbre sobre qué tan rápida va a ser la adaptación de estas especies a los cambios bruscos que va presentando nuestro planeta.
¿Nos hemos preguntado, por ejemplo, si en nuestras regiones existen planes de mitigación luminaria en el borde costero?
La Gobernanza es fundamental para realizar buenas políticas que incluyan a todos los actores para proteger el ecosistema que nos rodea, para que tanto nosotras como las siguientes generaciones puedan seguir teniendo el privilegio de observar y estudiar a estas maravillas de la naturaleza, las también llamadas Mensajeras de las Biodiversidad.
Por Marianne Lichtenberg, Departamento de Medio Ambiente y Sustentabilidad GLFCH.
Imagen: Fauna de Punta Patache, Iquique. https://www.trekkingchile.com/es/observacion-de-flora-y-fauna-en-chile-punta-patache-iquique/