La sabiduría se ha considerado a lo largo de la historia como una de las cualidades más valiosas que una persona puede poseer. En muchas culturas, se asocia con la edad y la experiencia, ya que se cree que a medida que una persona acumula vivencias y conocimientos, también desarrolla un mayor grado de sabiduría.
Sin embargo, la sabiduría no está limitada solo a los años de vida. Hay personas jóvenes que demuestran una gran sabiduría, mientras que otras pueden envejecer sin desarrollarla plenamente. La sabiduría es un proceso de crecimiento personal y un viaje continuo hacia una comprensión más profunda de la vida y de si mismo.
La sabiduría implica aprender de los errores y de las experiencias pasadas, y utilizar ese conocimiento para tomar decisiones más acertadas en el presente y en el futuro. También implica la capacidad de ver más allá de los aspectos superficiales de las cosas y comprender las conexiones y las interrelaciones entre los diferentes elementos de la vida.
La sabiduría no solo se aplica a nivel individual, sino también a nivel colectivo. Las sociedades y las culturas también pueden ser sabias o no, dependiendo de sus valores, prácticas y forma de organización. La sabiduría colectiva implica la capacidad de tomar decisiones que beneficien a toda la comunidad y de buscar soluciones que sean justas y sostenibles a largo plazo.
La sabiduría en la masonería es considerada como uno de los principales pilares de la organización. Se busca fomentar el conocimiento y el aprendizaje constante a través de simbolismos y enseñanzas morales y filosóficas.
En la masonería, se promueve la idea que la sabiduría se adquiere a través de la búsqueda personal de la verdad y el desarrollo de virtudes como la honestidad, la justicia y la fraternidad. Se alienta a sus miembros a estudiar y reflexionar sobre temas diversos, como la historia, la filosofía, la ética y la ciencia, con el objetivo de ampliar su comprensión del mundo y su papel en él.
Además, la masonería fomenta la transmisión de conocimientos entre sus integrantes, a través de la participación en logias y la interacción con hermanas masonas de diferentes grados y experiencias. Se considera que el intercambio de ideas y la colaboración en proyectos comunes son fundamentales para el crecimiento individual y colectivo. En resumen, la sabiduría en la masonería implica el cultivo del conocimiento, la reflexión personal y el compromiso con valores éticos y morales, con el fin de alcanzar una mayor comprensión del mundo y contribuir al bienestar de la humanidad.
Por Marina Hormazábal Salinas, Logia Gea N°30 de Ovalle.
