Mi salud, mi derecho

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“La salud es un derecho humano fundamental y es responsabilidad de todos contribuir a su protección y promoción”

El 7 de abril de cada año se celebra el Día Mundial de la Salud (DMS) con motivo del aniversario de la fundación de la OMS en 1948. Cada año, se selecciona un tema para destacar un área prioritaria de preocupación de salud pública en el mundo.

El tema de este año es “Mi salud, mi derecho” y fue elegido para defender el derecho de todos, en todas partes, a tener acceso a servicios de salud, educación e información, así como a agua potable, aire limpio, buena nutrición, vivienda de calidad, condiciones ambientales y de trabajo decentes, y libertad de discriminación.

El derecho a la salud es uno de los pilares fundamentales de los derechos humanos, reconocido internacionalmente como un componente esencial para el bienestar y la dignidad de todas las personas. Este derecho implica una serie de componentes básicos que son esenciales para garantizar el acceso equitativo y universal a la atención médica y a los servicios de salud.

Según la OMS, del total de la población mundial en el año 2021, más de la mitad de la población mundial, alrededor de 4.500 millones de personas, no tenían cubiertas completamente los mínimos servicios esenciales de salud. De los 140 países que en su constitución tienen reconocido este derecho, ninguno de ellos tiene implementadas leyes que aseguren el acceso a los servicios de salud.

Con estos datos se visualiza la urgencia de defender nuestra salud individual y colectiva, como derecho humano. Este derecho a la salud según la OMS incluye cuatro elementos básicos que están interrelacionados: disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad.

Los Estados tienen la obligación de realizar, respetar y proteger este derecho, adoptando políticas que garanticen la prestación de atención sanitaria y su acceso a todas las personas para que puedan disfrutar plenamente del derecho a su salud. El derecho a la salud comprende el acceso a una atención médica adecuada y oportuna. Esto implica que todas las personas deben tener la posibilidad de recibir la atención médica que necesitan cuando la necesitan, sin discriminación alguna. Esto incluye tanto la prevención como el tratamiento de enfermedades, así como la atención durante el embarazo y el parto.

Otro componente fundamental del derecho a la salud es el acceso a servicios de salud de calidad. Esto significa que los servicios de salud deben ser efectivos, seguros, basados en la evidencia científica y culturalmente apropiados. Además, estos servicios deben estar disponibles en cantidades suficientes y ser accesibles geográficamente para todas las personas, incluso para aquellas que viven en zonas rurales o marginadas.

El derecho a la salud también incluye el acceso a medicamentos esenciales y asequibles. Esto implica que todas las personas deben poder acceder a los medicamentos que necesitan para mantener su salud y tratar enfermedades, sin que el costo sea una barrera insuperable. Además, los medicamentos deben ser de calidad y estar disponibles en forma y dosis adecuadas.

La participación activa y significativa de las personas en las decisiones que afectan su salud es otro componente clave del derecho a la salud. Esto implica que las personas deben tener acceso a información adecuada y comprensible sobre su salud y los servicios disponibles, así como la oportunidad de participar en la toma de decisiones relacionadas con su atención médica.

Por último, pero no menos importante, el derecho a la salud también implica la disponibilidad de un entorno que promueva la salud y el bienestar. Esto incluye medidas para prevenir enfermedades, como la promoción de estilos de vida saludables, la protección del medio ambiente y la garantía de condiciones de trabajo seguras y saludables. Desde la Gran Logia Femenina de Chile nos sumamos un año más a la celebración del Día Mundial de la Salud, para ayudar a su difusión y poner en valor el trabajo que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS) en todo el mundo, y de la necesidad de que participemos todas las personas en el proceso de adopción de medidas que faciliten este derecho a todas las personas, para poder disfrutar del derecho a la salud al más alto nivel.

Por Gilda Alarcón Cuitiño, Logia Amancay Nº50 de Valdivia.