
Humberto Maturana y Ximena Dávila nos exhortan a ver el mundo tal cual es, insensible, descontrolado, competitivo, pobre, hambriento, muy ofuscado. Vivimos en este límite absurdo y se hace necesario grandes cambios, esa metamorfosis que nos permita poner en movimiento la Revolución Reflexiva.
Solo con la participación y el diálogo recuperaremos la convivencia tolerante y honesta
que hemos perdido. Reflexionar nos libera de aquellas teorías desatinadas que nos mantienen en esta contienda fratricida.
Por Rosita López, Corresponsal Logia Hipatia N°31 de Santiago.