El Día Mundial del Agua se celebra el 22 de marzo de cada año y su principal objetivo es crear conciencia de la importancia de cuidar el llamado “oro líquido” para la vida de los seres humanos y las especies en la Tierra.
Esta iniciativa surge en Río de Janeiro en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y en 1993 fue el primer año de celebración.
En el 2021, más que nunca, hemos puesto sobre la mesa la importancia del agua para frenar epidemias y enfermedades infecciosas. Lavarse las manos es fundamental para cortar la transmisión del COVID-19 y otras enfermedades; ¡si dispones de agua y jabón para lavarte las manos, eres privilegiado!¡Casi tres mil millones de personas no tienen cómo hacerlo!
El agua es un recurso natural que hace posible que todas las especies terrestres continúen creciendo y desarrollándose. De ahí la importancia de evitar su despilfarro, ya que, es un recurso limitado y su escasez traería consecuencias irreversibles para la vida.
Uno de los temas centrales que ha ocupado a las Naciones Unidas es “el cuidado y preservación del agua dulce en todo el mundo como parte del desarrollo sostenible” y así está descrito en la Agenda 2030.
Existe mucha preocupación respecto a los recursos hídricos del Planeta, en los últimos años se viene notando una disminución significativa por el uso indebido y el despilfarro debido a:
1-Crecimiento acelerado de la población en el mundo: En el año 2050 esta cifra rondará los 10.000.000 de personas.
2-Incremento en la explotación de los acuíferos.
3-Contaminación y cambio climático: Que desplazan masivamente a millones de personas.
4-Las guerras entre los pueblos y naciones: Que no solo son conflictos políticos, sino también intereses particulares, como el dominio de los recursos naturales, uno de ellos, el agua.
El agua es un derecho fundamental para preservar la vida en todas sus formas, este valioso e indispensable recurso natural, no llega de forma segura a un gran número de personas en distintos países, sobre todo a los más pobres. Más de un tercio de la población mundial, ósea, más de 2.000 millones de personas, no tienen ninguna posibilidad de gozar de este recurso vital para la vida.
Para erradicar la miseria y todas las consecuencias que ella acarrea, las Naciones Unidas busca alternativas para hacer de este mundo un lugar más viable para todos y todas y esto se alcanza a través del desarrollo sostenible.
Es importante buscar soluciones sostenibles para el acceso al agua potable y a su saneamiento. Todos y todas tenemos un papel en esta lucha, las acciones más pequeñas se traducen en grandes cambios.
Es una fecha oportuna para que empecemos, a partir de hoy, a cuidar, valorar y racionar el agua que utilizamos en nuestras múltiples actividades diarias.
Eduquemos a nuestros niños, niñas y jóvenes, para que sean los guardianes y protectores del agua, de la cual se beneficiarán en el futuro, si aprenden a cuidarla y racionarla de la forma correcta.