El Día Mundial contra el Cáncer se conmemora cada 4 de febrero y fue establecido en el año 2000 durante la Cumbre Mundial contra el Cáncer para el Nuevo Milenio en París. Esta efeméride busca unir a la comunidad global en torno a la prevención, detección temprana y tratamiento de esta enfermedad. El evento fue promovido por la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) con el propósito de sensibilizar a la población sobre la importancia de adoptar estilos de vida saludables y garantizar el acceso equitativo a tratamientos efectivos, independiente de la región o los recursos de cada país.
La relevancia de este día radica en la magnitud del problema que representa el cáncer en todo el mundo. Según datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2025 se estima que más de 20 millones de personas serán diagnosticadas con algún tipo de cáncer. Esta cifra refleja el creciente desafío que enfrentan los sistemas de salud, especialmente en países de ingresos bajos, donde el acceso a diagnósticos y tratamientos es limitado. La educación y la concientización son herramientas claves para reducir los factores de riesgo como el tabaquismo y la obesidad, entre otros.
En términos de impacto, el cáncer no solo afecta a los pacientes, sino también a sus familias y a su entorno. En 2025, se calcula que más de 10 millones de personas perderán la vida debido a esta enfermedad, siendo los tipos de cáncer más letales el de pulmón, hígado, estómago, colon y mama. Sin embargo, hasta el 40% de los casos se pueden prevenir adoptando hábitos saludables como una dieta equilibrada, actividad física regular y la eliminación del consumo de tabaco. Además, la detección temprana puede mejorar significativamente las tasas de supervivencia.
El Día Mundial contra el Cáncer también es una oportunidad para abogar por políticas públicas que favorezcan la investigación científica y el acceso a tratamientos innovadores. En 2024, las campañas globales pusieron énfasis en la equidad sanitaria, resaltando la necesidad de eliminar barreras económicas, culturales y sociales que impiden el acceso a servicios y tratamientos oncológicos de calidad. Esta fecha es un llamado a la acción colectiva para crear un futuro donde el cáncer deje de ser una sentencia y pase a ser una enfermedad tratable y prevenible para todos.
Por Montserrat Naranjo, Corresponsal Logia Atenea N°3 de Santiago.
Foto: Facebook Juntos contra el Cáncer