Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+

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Durante las últimas décadas, las personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ han dado pasos importantes en la lucha para que se reconozcan sus derechos, y por eso, hoy viven en condiciones más justas. En junio se celebra el mes del orgullo, y, específicamente, el día 28 de junio se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, ya que marca el aniversario de acontecimientos importantes que dieron pie a una sociedad más justa e inclusiva para todas, todos y todes.

Después de la Segunda Guerra Mundial, países como Estados Unidos volvieron su mirada hacia el conservadurismo, intentando mantener el orden social, político e identitario que tenían desde antes de la guerra. Esto significó una ola de discriminación hacia grupos sociales que el gobierno consideraba como subversivos y una amenaza para la seguridad nacional, entre los cuales se incluía a personas homosexuales, queer y transexuales. Durante las décadas de los  50s y 60s, en Estados Unidos se consideraba la homosexualidad como un desorden mental, y muchas personas sospechosas de ser homosexuales eran perseguidas de distintas formas por el FBI y departamentos de policía. Muchas de ellas fueron humilladas públicamente, encarceladas, despedidas de sus trabajos, acosadas físicamente, o internadas en hospitales psiquiátricos. Esto obligaba a una gran mayoría de personas LGBTIQ+ a esconderse y vivir una parte significativa de su identidad en secreto.

A fines de la década de los 60, comenzó en Nueva York lo que se considera el inicio de la lucha internacional por los derechos LGBTIQ+. En dicha ciudad, en barrios como Greenwich Village y Hell’s Kitchen, habían bares en que las personas homosexuales no necesitaban esconder su identidad y podían expresar su sexualidad abiertamente. Sin embargo, eran lugares peligrosos, pues la policía neoyorquina realizaba redadas bajo pretextos de infracción a la ley de alcoholes o a “conductas disruptivas”, arrestando a las personas que acudían a estos establecimientos. 

En la madrugada del 28 de junio de 1969, la policía de Nueva York llegó al Stonewall Inn, uno de los bares ubicados en el barrio de Greenwich Village, a realizar una redada. Esta vez, hombres y mujeres que estaban en el lugar se resistieron al arresto, y comenzaron un enfrentamiento físico con la policía. Estas manifestaciones se extendieron por algunos días, y llegaron a ser conocidas como la “Rebelión de Stonewall”. El 28 de junio del año 1970 se organizó una marcha para conmemorar el primer aniversario de estos hechos, y desde entonces, cada año se organizan marchas y eventos a nivel mundial para visibilizar a los movimientos de disidencias sexuales, que buscan condiciones más inclusivas, equitativas y justas para las personas que históricamente han sufrido de discriminación por su orientación sexual o identidad de género. Destacan en este movimiento las activistas Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson, quienes lucharon por los derechos de las personas transgénero. 

En Latinoamérica, no siempre ha existido discriminación hacia las personas LGBTIQ+. Es importante destacar que en la época precolombina los pueblos nativos de América del Norte, Central y del Sur reconocían y respetaban las diversas orientaciones sexuales y expresiones de género, además de tener un mayor respeto hacia las mujeres. Fue luego de la colonización europea que comenzó la intolerancia y discriminación hacia la homosexualidad y la diversidad de género, sumadas al racismo y clasismo que impusieron los colonos españoles, franceses, portugueses, británicos y holandeses. La Iglesia Católica, en particular, condenó todas las prácticas de las culturas nativas de este continente, lo que significó la persecución y ejecución de personas homosexuales y transgénero. 

Desde entonces, en nuestro continente ha sido menester erradicar la homofobia, transfobia y todo tipo de discriminación por orientación sexual o expresión de género. En las últimas décadas se ha avanzado en este ámbito con la promulgación de leyes anti discriminatorias, y con legislación que permite el matrimonio igualitario, la adopción por parte de parejas del mismo sexo, y el reconocimiento de las identidades transgénero o no binarias. Según el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, durante los Gobiernos liderados por mujeres – como Michelle Bachelet en Chile, Dilma Rouseff en Brasil, y Cristina Fernández en Argentina – es cuando más se ha impulsado este tipo de legislación.

Merece reconocimiento también la contribución cultural realizada por célebres personas de la comunidad LGBTIQ+. En Chile, destacan figuras como Gabriela Mistral y Pedro Lemebel en el ámbito literario; Claudio Bravo, Mónica Briones y Sebastián Calfuqueo en las artes visuales; Rolando Alarcón, Javiera Mena, y Álex Anwandter en lo musical; y Daniela Vega en el ámbito cinematográfico. Estos son solo algunos nombres de los tantos artistas que nutren el legado cultural chileno. 

Aún queda mucho por avanzar en la construcción de una sociedad justa y equitativa, que incluya a la totalidad de las identidades sexo-genéricas. Como mujeres de espíritu crítico, es nuestro deber reflexionar en cuanto al papel que jugamos en contribuir a este objetivo, sea que seamos parte de la comunidad LGBTIQ+ o no.

Por Lorena Campos  
Corresponsal Logia Luz del Desierto N°52 de Copiapó