La educación es un derecho humano fundamental que permite sacar a los hombres y mujeres de la ignorancia y de las necesidades económicas, más claro de la pobreza, superando las dificultades y garantizando un desarrollo sostenible y quiénes están a cargo de ello son los profesores.
Los profesores normalistas eran profesores cuya misión era no sólo la entrega de contenidos o materias, sino que también la entrega de valores y principios a los alumnos, para que se desarrollaran como personas integrales, adquiriendo conocimientos, desarrollando habilidades, logrando aprendizajes de calidad y siendo personas de valor y valer.
Quienes estuvieron a cargo de la formación de estos profesores normalistas fueron las Escuelas Normales de Chile, importantes instituciones dedicadas específica y exclusivamente a la formación de profesores habilitados para desempeñarse en la docencia que originalmente se llamó primaria. Niñas y niños de Chile fueron educados por profesores «normalistas» por más de 100 años, por tanto tuvieron un rol protagónico en la historia del sistema educacional chileno, durante el período comprendido entre 1842 y 1974, ya que, eran responsables de formar a los maestros que asumirían tareas docentes en las escuelas dependientes del Estado, lo que las convirtió en el centro gravitacional de la educación.
La educación chilena, en sus comienzos adolecía de falta de salas, de equipamiento educativo y poca dotación de maestros, en ocasiones solo dos profesores que eran también el director y el subdirector impartían la educación a todos los alumnos en todos los niveles de la escuela. Las escuelas normales se transformaron en la base para la educación primaria chilena durante gran parte de los siglos XIX y XX.
La reforma educacional implementada por el Gobierno de Eduardo Frei Montalva en 1965, puso en marcha el curso especial de “Formación de Profesores Primarios” por parte de la Universidad de Chile y otras instituciones de educación superior, lo que significó el inicio del fin de las escuelas normales, dando paso a la formación de los llamados Profesores de Estado en Educación General Básica. El 11 de marzo se emitió un decreto ley que estableció la formación universitaria de los docentes y eliminó el sistema de las escuelas normales, dando fin a una época de más de un siglo de formación del profesorado chileno.
Las escuelas normales tuvieron un papel protagónico en la historia del sistema educacional chileno, ya que, los profesores y profesoras normalistas eran realmente formados para ser Profesores. Eran captados a muy temprana edad, ingresados a un sistema con régimen de internado. Los profesores normalistas tenían y desarrollaban un sello característico, marcado por el profundo compromiso con la labor educativa. Fueron ganadores de un lugar destacado en la memoria colectiva de los chilenos, como símbolos de integridad y sacrificio docente. Especialmente en los sectores rurales, ejercían también las funciones de enfermeros, matrones, policías, jueces, sacerdotes y lo que necesitase la comunidad.
Sin embargo, pese a la imagen virtuosa que forjó en sus más de 130 años de trayectoria, el sistema normalista adolecía de problemas estructurales que, a lo largo del siglo XX, se volvieron cada vez más evidentes. Las críticas de pedagogos, políticos y otros actores sociales impulsaron, en distintos momentos, oleadas reformadoras que abarcaron desde proyectos de transformación de las escuelas normales hasta propuestas de cierre.
Esta nueva estructura permitió a egresados de Humanidades obtener el título de maestro cursando solo tres años de estudios en estas instituciones, medida que de algún modo, alteró la esencia de la identidad normalista.
Finalmente en el año 1973, se declaró en receso a las instituciones educativas y las escuelas normales llegaron hasta ahí como resultado de la crisis económica y política y el 4 marzo de 1974 se promulgó el Decreto Ley N°353, que ordenó el cierre definitivo de las escuelas normales. La disposición estableció además un Sistema Nacional de Formación Docente conformado por las universidades del Estado y las particulares reconocidas por éste.
Por Blanca Reyes Linares, Logia Gea N°30 de Ovalle
Fotografía 1: Alumnas de la Escuela Superior Nº1 en Recoleta, Santiago, 1913. http://www.chileparaninos.gob.cl/639/w3-article-321085.html
Fotografía 2: Edificio de la Escuela Normal de Angol https://www.museodelaeducacion.gob.cl/galeria/las-escuelas-normales-en-chile