El día 7 de mayo pasado se conmemoró el vigésimo octavo aniversario de la Gran Logia Femenina de Chile. Celebrar un nuevo aniversario de nuestra Institución, es recordar un sin número de sucesos que han hecho posible su desarrollo y fortalecimiento. Es traer al presente nombres y rostros de queridas hermanas que han formado parte de este decidido y comprometido caminar de la masonería femenina chilena.
Es recordar: a mujeres visionarias que trabajaron en el período en que se formó la Gran Logia Femenina de Chile; tiempos históricos difíciles en nuestro país, pero que no fueron impedimento para la consecución de los objetivos planteados, si no que por el contrario, un estímulo para construir un espacio para la mujer chilena, donde la reflexión permanente, el intercambio de ideas, la convivencia fraternal ha sentado las bases de un camino iniciático que perdurará a través del tiempo.
La fructífera labor realizada en estos años ha originado a la fecha diecisiete logias en el territorio nacional y cuatro comités, distribuidos de Antofagasta a Punta Arenas, repartidos de norte a sur. Además de cuatro logias más allá de nuestras fronteras: en Cuba, Panamá y Perú.
Son veintiuna logias en la actualidad, más otras nueve que quedan en la historia reciente y que permitieron en el momento preciso, la creación de tres Grandes Logias Femeninas en el cono sur; Argentina Bolivia y Uruguay, todas ellas forman parte de nuestros sueños, nuestro trabajo y nuestra perseverancia.
A los veintiocho años de existencia la Gran Logia Femenina de Chile se encuentra en pleno desarrollo, aún en construcción, pero con la fuerza y el empuje de la juventud para continuar su obra.