Si se consulta en el diccionario, la palabra fuerza es definida como: las ganas que se tiene por algo, la firmeza frente a las decisiones tomadas, la motivación por cumplir, por llegar a donde se quiere. No obstante, los conceptos masónicos van más allá de las nociones convencionales.
La Fuerza interna de una masona está asociada a la firme disposición de superarse día a día y de trabajar en ella misma, para luego formar parte de la construcción de una sociedad más fraterna y tolerante.
La Fuerza tiene, fundamentalmente, carácter y trascendencia espiritual y una amplitud profunda e inmensa. Ella emerge, como una clara y positiva energía creadora. La diaria y constante acción, el trabajo cotidiano y regular, determinará el potente y cuantioso caudal de la Fuerza, que no sólo se proyecta hacia el exterior de los Templos estimulando y gravitando definitivamente en la sociedad, fortaleciendo, asimismo, las individualidades.
Es, pues, una real energía renovadora que mantiene vivo y fecundo, el luminoso manantial de los principios y postulados más sublimes. La Fuerza es alimentada con la motivación, la convicción, la perseverancia y el convencimiento que se alcanzará el resultado en cada camino recorrido. La Fuerza es la energía creadora de los más elevados ideales.
Por Yasna Valenzuela, Logia Gea N°30 de Ovalle.