Desde 2008, el 8 de junio es el Día Mundial de los Océanos. Una fecha establecida por la Organización de Naciones Unidas para recordarnos que ellos constituyen soporte vital para el planeta. Reguladores climáticos por excelencia, aportan al menos el 50% del oxígeno, son el mayor sumidero de dióxido de carbono (23% de las emisiones y -con todo ello- contribuyen a amortiguar en parte los impactos del calentamiento global.
Los océanos constituyen también la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en el mundo y un sostén clave para la economía. Se estima que para 2030 habrá alrededor de 40 millones de trabajadores en tareas relacionadas con el mar.
A pesar de su importancia, los océanos están en estado de emergencia. El aumento de la eutrofización, la acidificación, el calentamiento de los océanos y la contaminación por plásticos los deterioran sin pausa ni piedad.. Además, persiste una alarmante tendencia a la pesca excesiva, que ha provocado el agotamiento de más de un tercio de la población de peces en todo el mundo.
Aunque se han producido algunos avances en la ampliación de las áreas marinas protegidas, la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), la abolición de las subvenciones a la pesca y el apoyo a los pescadores artesanales, las medidas no avanzan a la velocidad ni a la escala necesarias para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) N° 14 “Vida Submarina” cuyo objetivo es conservar y emplear de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos.
Si no revierte o se frena la sobreexplotación y la contaminación, no podremos cubrir las necesidades económicas, sociales y medioambientales de la población mundial. Industrias como turismo, farmacéutica, alimentaria, entre otras perderían sus materias primas.
Para contrarrestar estas tendencias negativas, es imprescindible una acción rápida y coordinada a escala mundial. Esto implica aumentar la financiación para las ciencias oceánicas, intensificar los esfuerzos de conservación, avanzar en soluciones basadas en la naturaleza y los ecosistemas, abordar las interconexiones y los efectos de las presiones inducidas por el hombre, y cambiar urgentemente el rumbo del cambio climático para salvaguardar el ecosistema más grande del planeta.
Apoyando los esfuerzos de conservación, nuestro país ha creado numerosos y extensos parques marinos, como por ejemplo “Motu Motiro Hiva” (2014) con una superficie de 150 mil km2, en la Provincia Biogeográfica de Rapa Nui; el “Nazca-Desventuradas” (2016) con 300 mil km2, ubicado en la Provincia Biogeográfica de Juan Fernández y Desventuradas, y el de “La Puntilla – Playa Chinchorro” (2021) con una superficie de 52,82 Ha. En enero de 2017 se crea el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos “Mar de Juan Fernández”, la que en conjunto con los parques marinos Montes Submarinos Crusoe y Selkirk, Lobería Selkirk, El Arenal, Tierra Blanca y El Palillo, suman una superficie de 12.109 km2.
A nivel local ¿Cómo podemos ayudar a revertir estas tendencias negativas y ayudar a la preservación de nuestros océanos?, he aquí algunos aportes:
Reduciendo el uso de plásticos desechables: usar botellas reutilizables y bolsas de tela, evitar envases plásticos, y no lanzar residuos en playas o ríos.
Consumiendo productos del mar responsablemente: preguntar por el origen de pescados y mariscos, preferir la pesca artesanal y sustentable, y evitar consumir especies sobreexplotadas.
Participando en limpiezas de playas o riberas: organizar o unirse a jornadas de limpieza, educando a otros sobre el impacto de la basura en el mar.
Cuidando el agua desde casa: evitar verter aceite, químicos o medicamentos por el desagüe. Usar detergentes biodegradables.
Educando y difundiendo: hablar con la familia, escuela o comunidad sobre la importancia del mar. Participar en campañas y actividades del Día de los Océanos.
Informándose y exigiendo políticas oceánicas: apoyar leyes que protejan los ecosistemas marinos, valoren y respeten el trabajo de pescadores y recolectores responsables.
Por Logia Ailyn N°18 de Puerto Montt.
Departamento de Medio Ambiente y Sustentabilidad GLFCH.


