Para relatar cómo se llegó al Levantamiento de Columnas de la Logia Araucaria, es necesario narrar parte de la historia que permitió después de siglos que se iniciara la Masonería Femenina en nuestro país. Este proceso comenzó por la presión que ejercieron las mujeres que abogaban por sus derechos fundamentales al igual que los masones.
En Chile, en el año 1862 se creaba la Gran Logia de Chile, exclusivamente para varones, como lo explicita el Libro de las Constituciones, publicado en Londres en 1723, al declarar que los miembros de una Logia debían ser hombres y no mujeres. En ese tiempo las mujeres carecían de protagonismo en la vida pública, no tenían acceso a la educación superior y, por supuesto, tampoco tenían derechos ciudadanos.
Desde esa fecha y a lo largo de los años, aparecían voces al interior de distintas Logias que solicitaban a la Gran Logia de Chile llevar a cabo proyectos para incorporar mujeres a la masonería, ya sea a través de Logias de Adopción u otras formas, lo que no prosperaba. Este interés, también, se manifestaba a través de artículos de las revistas masónicas «La Cadena de Unión» y «La Verdad».
En algunas Tenidas se planteaban alternativas para incorporar mujeres, una de ellas era incorporarlas a las Logias masculinas, donde recibirían su educación masónica y más tarde, cuando estuviesen bien preparadas, ellas podrían, colectivamente, levantar «Nuevas Columnas», a través de logias de Adopción.
La Gran Logia de Chile, en 1949, permitió que cada Logia creara organizaciones que llamaron Centros Femeninos, a las que se incorporaron las madres, hermanas, esposas e hijas de los hermanos, cuyas inquietudes intelectuales y caritativas les hacía sentirse atraídas por la masonería.
Así también, al interior de las Logias Mixtas, algunas mujeres veían con interés la posibilidad de crear Logias exclusivamente femeninas, anhelo cumplido, en 1953, cuando un grupo de ellas creó la Logia Igualdad, que intentó trabajar bajo los auspicios de la Gran Logia Femenina de Londres, conocida como la Honorable Fraternidad de Antiguos Francmasones. No prosperó por los altos costos de viajar a Londres para recibir instrucción masónica, sin embargo, funcionó desde 1953 a 1957.
Algunas integrantes de los Centros Femeninos mantenían vivo el anhelo de crear Logias para mujeres y en la Cuarta Convención, celebrada en agosto de 1962, se acordó «crear en el futuro, Logias Femeninas que funcionarían con autonomía y al margen de los Centros Femeninos». Lo anterior porque los Centros no cumplían con las expectativas de desarrollo intelectual y espiritual que deseaban las mujeres, quienes ya habían conquistado el voto, convirtiéndose en ciudadanas.
La fuerza de la idea ya era incontenible. En 1969, llega a Chile María Arauz de Letre, delegada del Rito Nacional Mexicano para América del Sur, con gran experiencia en la creación de talleres masónicos. Se reúne con varias integrantes de la Logia Mixta le Droit Humain, de los Centros Femeninos, todas ellas mujeres con inquietudes intelectuales y espirituales; y las incentiva a organizarse como una Logia Femenina.
Es así como el Levantamiento de Columnas para la primera Logia Femenina Chilena se hace realidad tras un arduo trabajo el 11 de enero de 1970 con el nombre de R.·. L.·. Araucaria N°3, con el apoyo de la Gran Logia Metropolitana que por ese entonces existía en Santiago con carta patente del Gran Oriente Mexicano. En sus comienzos trabajaban bajo el Rito Nacional Mexicano. La primera Venerable Maestra elegida fue Lucila Cáceres Camus.
Como toda institución en proceso de formación tuvo que enfrentar diversas dificultades de asistencia, no tener sede propia y los sucesos políticos del año 1973.
Por fin, se cumplía el ansiado sueño de estas mujeres que con convicción, voluntad, persistencia, motivación por los ideales de la masonería, llevaron a cabo el proyecto de creación de la primera Logia Femenina de Chile.
En este breve relato se ha querido mostrar lo que significó todo el proceso histórico para obtener finalmente el gran logro obtenido y así tomar conciencia de lo que significó, como asimismo del gran desafío que tenemos de fortalecer la Masonería Femenina.
Querida Logia Araucaria N°1 Feliz Cumpleaños.
Por Adriana Yáñez Fuentes, Ex Venerable Maestra Logia Araucaria N°1 de Santiago.