Es la figura histórica más reconocida, el protagonista e inspirador de la mayor cantidad de calles avenidas, bustos, estatuas, papel moneda (impreso o acuñado); incluso su apellido sirve de nombre a lugares en nuestro país, como el cercano Villa Prat.… imposible no decir su nombre cada mayo desde 1879.
Tampoco parece ser casualidad que en nuestra ciudad –Curicó– su busto, homenaje plástico al marino letrado, se encuentre emplazado frente al monumento al Aprendiz.
Y es del hombre… del ser humano, que cual piedra bruta, va esculpiendo su naturaleza para ser mejor cada día, del que les hablaré hoy.
Cuentan algunas biografías del héroe que, convocado para una misión secreta, habría aceptado con la sola condición de no renunciar a su identidad. He ahí la tarea de todo aprendiz, descubrirse a sí mismo, conocerse y procurar ser su mejor versión.
Tengo la certeza, que ese día en la rada de Iquique, todos los combatientes tuvieron la oportunidad de descubrir luces y sombras de sí mismos, porque es en la adversidad donde quizás se dan a conocer nuestros más nobles valores y nuestras más oscuras sombras. Así como el máximo héroe naval se supo finito ese día 21, así como Prat fue fiel a su deber, así como se aferró a la verdad, siendo leal a su juramento y a su bandera. Así, tal cual, cada uno de nosotros está llamado a ser leal al menos a sí mismo.
Es cierto, hoy nos convoca el recuerdo, el ejemplo de los tantas veces citados: Prat, Condell, Aldea, Serrano y el guardiamarina Zegers… quienes robustecen el genuino orgullo de ser chilenos. Mas hoy, como ya es costumbre, quisiera invitarles a reconocer que en cada uno de nosotros es posible descubrir, cultivar y destacar los mismos valores.
No importa nuestra edad… por eso quiero invitarles a recordar al más joven de todos, el San Javiezzino José Emilio Amigo, quien recién había cumplido los 11 años, el menor de la denominada: “dotación inmoral”. Seguramente por estos días, la municipalidad de San Javier, la misma institución que en 1984 decidió erigir un busto en su honor, se encuentre también rindiéndole un homenaje.
No se requiere ser marino ni ayer ni hoy, porque en 1879 muchos profesionales como usted o como yo escucharon el llamado de la Patria y presenciaron en calidad de protagonistas esta cita con la historia. Por ejemplo, el médico German Segura nacido en marzo de 1855 en la Huerta del Maule, hoy comuna de Linares. O como los talquinos Ceferino Carrasco, José Dolores, primo con Manuel, ambos de apellido Díaz, quienes con diverso nivel de instrucción y suerte lograron unos renacer entre sus sombras y otros en definitiva morir ese día.
Amigos, no necesitamos provenir de ciudades europeas ni de la Grecia clásica, porque el marinero segundo: José Ignacio Guzmán, oriundo de Parral, es un claro ejemplo de ello. Esa jornada de mayo, abrazando sus 28 años, entregó lo único suyo, la vida; y sentenció su destino con la certeza de la muerte a bordo de la Esmeralda, cumpliendo con su deber.
Por su parte Esteban Barrios, hijo del mar, nacido en la “perla negra” de nuestra región del Maule, Constitución, tuvo la fortuna de sobrevivir para contarlo… más no contento con lo anterior, el otrora tripulante de La Esmeralda continuó sirviendo a nuestro país, participando por ejemplo en las decisivas batallas de Chorrillos y Miraflores.
Es cierto, dicen que la historia la escriben los vencedores. Resulta entonces necesario reflexionar qué significa ganar… El triunfo no está en la comparación con el otro ni el parámetro numérico impuesto necesariamente por el dinero u otros factores. La victoria, es una medida imprecisa y personal, cuya unidad es uno mismo. Lograr lo impensado, promoverse más allá de lo posible, entregar lo mejor de sí cada día…son parte de las enseñanzas que hoy recordamos.
Tengo la esperanza de que nuestros vecinos de Talca puedan mantener sus naturalmente hinchados corazones…rozagantes de orgullo, porque sus coterráneos Idelfonso Álvarez, combatiente de la Esmeralda, y José dolores Díaz, ofrendaron sus vidas en combate, alcanzando la gloria en alta mar.
Pero amigos, no tenemos que ir muy lejos, porque ese día 21 nuestro hermano de origen, el curicano Manuel Meneses Rugg, hijo de Javier y María del Carmen de sólo 19 años, y recientemente ascendido a mayordomo de oficiales, vió a través de sus maravillosos ojos azules, cómo cada uno de sus compañeros, a su manera, desde su rol, redibujaron las siluetas de lo posible.
De los hoy nombrados varios se encuentran sepultados en la cripta de los héroes de Iquique, y otros yacen bajos las aguas de alta mar.
Tengo la certeza que todos ese día, todos ellos sintieron miedo. Sin embargo, todos luego de escuchar las palabras de su líder, optaron por no retroceder ante ningún peligro, cumpliendo con los dictados de su conciencia ilustrada. No hay marca más profunda que la labrada en nuestra conciencia, por eso en estas acciones hay un sello de honor y virtud.
“En todo tiempo, en todo lugar, haz lo bueno, sé fiel a las obligaciones contraídas, obra con buena voluntad”. Que la luz, la llama que simboliza el espíritu de Prat y de los héroes que ofrendaron sus vidas por la grandeza de Chile –que permanece custodiada por los marinos en el monumento a los héroes de Iquique que existe hasta nuestros días en Valparaíso– que su resplandor, nos haga meditar y sentir el genuino orgullo de ser chilenos.
María Antonieta Rojas González
Respetable Logia Mawida de Curicó