Frida Kahlo pintora mexicana nacida un 6 de julio 1907, reconocida por sus famosos autorretratos, calificados como parte del movimiento surrealista. Si bien, dijo no identificarse con el movimiento, creó un estilo propio tomando los aspectos de su vida, mezclándolos con los elementos de la naturaleza y la identidad mexicana.
LA OBRA DE FRIDA KAHLO
La producción de la artista mexicana es un ejemplo de ese tipo de arte que sirve como poderoso instrumento con el que exorcizar la angustia de una realidad hostil. El signo trágico de su existencia, marcada por la lucha contra la enfermedad, había comenzado cuando a los seis años contrajo una poliomielitis que le dejó importantes secuelas y en 1925 sufrió un grave accidente de tráfico que le fracturó la columna vertebral y la pelvis. Además de imposibilitarle tener hijos, el accidente fue la causa de numerosas operaciones futuras y de una salud siempre precaria.
A través de la pintura, que empezó a practicar en los largos meses de inmovilidad tras el accidente, Frida Kahlo reflejaría de forma soberbia la colisión entre su ansia de felicidad y la insistente amenaza de su destrucción, a la vez que conjuraba la dualidad irreductible entre los sueños (de amor, de hijos) y la realidad (dolor e impotencia). Las pinturas de Frida Kahlo son obras de material autobiográfico, que juntan la fantasía y el realismo mágico con los verdaderos eventos de su vida.
¿FRIDA KAHLO, UN SÍMBOLO DE FEMINISMO?
En este tema, podría haber un intenso debate. Ya que para algunas es y para otras no lo es, dada su relación con Diego Rivera. Pero lo que no se puede refutar es el feminismo que simbolizó en sus cuadros.
Donde podemos ver una mejor manifestación de sus ideales es en su trabajo. Frida era una mujer libre, y así lo reflejaba en sus obras, en las que hablaba abiertamente de sexualidad, aborto, lactancia o maternidad. Daba voz a las mujeres reprimidas y enjauladas, que no salían de sus casas o que no hablaban con libertad porque eso no correspondía a su género dada la época. Kahlo quiso ser una mujer luchadora en otros ámbitos, como el político. Además, Frida decidió crear su imagen como si de una obra se tratara, y quiso enfocarla a la lucha hacia la igualdad. Masculinizó su aspecto, y se olvidó de los estereotipos de género, que eran tan seguidos en la época.
Si bien, Frida nos entregó grandes pinturas también nos entregó grandes frases como la siguiente: “Yo solía pensar que era la persona más extraña del mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de esta misma forma. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que, si tú estás por ahí y lees esto, sepas que sí, que es verdad, yo estoy aquí y soy tan extraña como tú».
Por Sofía Ayala, Logia Ayün N°4 de Santiago.