Establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 19 de octubre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama con el objetivo de crear conciencia y promover la sensibilización y el apoyo para tratamientos oportunos y efectivos del cáncer de mama que es el cáncer que más frecuentemente afecta a las mujeres en nuestro país y en el mundo.
Su causa no se conoce, sin embargo, se han identificado diversos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que una mujer desarrolle esta enfermedad. Se distinguen entre factores modificables y no modificables. Los factores de riesgo no modificables son la edad (a mayor edad mayor riesgo, muy poco frecuente bajo los 35 años), menarquia (primera regla) precoz, menopausia tardía e historia familiar de cáncer de mama o de ovario especialmente en familiares de primer grado como madre, padre, hermanas o hijas; el cáncer de mama raramente afecta a hombres pero cuando existe, indica un riesgo familiar importante. Entre los factores de riesgo modificables se encuentran la nuliparidad (no haber tenido hijos) o haber tenido el primer parto después de los 30 años, el sobrepeso y obesidad, el sedentarismo, el consumo de alcohol y el uso de terapia de reemplazo hormonal como tratamiento de síntomas climatéricos. Es necesario aclarar que muchas mujeres que desarrollan un cáncer de mama no presentan ninguno de estos factores de riesgo y que no todas las que poseen estos factores serán afectadas por esta enfermedad.
Actualmente, no disponemos de ningún método que sea capaz de prevenir ni de predecir con exactitud quién va a presentar un cáncer de mama. Por consiguiente, los esfuerzos apuntan a la pesquisa precoz mediante la realización de una mamografía al año a partir de los 40 años. En el caso que la madre haya sido diagnosticada de cáncer de mama antes de los 50 años, sus hijas debieran comenzar su control mamográfico a una edad 10 años menor que la edad que fue diagnosticada su madre. Ejemplo: madre diagnosticada a los 40 años, hijas debieran comenzar a los 30 años.
La tecnología actual permite visualizar lesiones de pocos milímetros y se ha demostrado que el diagnóstico precoz mejora sustantivamente el pronóstico de esta patología y en general, permite terapias menos agresivas.
Asimismo, la literatura médica demuestra que la gran mayoría de las pacientes con cáncer de mama se curan, logro que está en función del diagnóstico precoz y de los avances en el tratamiento.
Por otra parte, es fundamental subrayar que el autoexamen mamario no sirve ni sustituye a la mamografía como método de detección precoz.
Finalmente, es importante informar sobre un beneficio poco conocido que es el derecho que tienen las mujeres en Chile de una mamografía gratuita cada 3 años entre los 50 y 59 años, tanto para las afiliadas a Fonasa como al sistema de Isapres (decreto GES N° 72 de 2022). Además, hoy en día no se requiere de una orden médica para realizarse este examen.
En este día, queremos reforzar la invitación a ser responsables con nuestro autocuidado y cumplir con esta recomendación sanitaria respaldada por un robusto nivel de evidencia.
Por Soledad Torres Castro, Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de Chile.
