Día de la Protección de la Naturaleza  

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DEPARTAMENTO DE MEDIO AMBIENTE Y SUSTENTABILIDAD
Cada 18 de octubre se conmemora el Día de la Protección de la Naturaleza con el objetivo de concientizar a los diversos actores sociales sobre la necesidad de crear hábitos sustentables para su cuidado. La protección de la naturaleza es una necesidad cuya responsabilidad la ostentan todas las personas, mediante el cuidado y la protección de los ecosistemas y de su biodiversidad. Para ello, es necesario el desarrollo de políticas ambientales coherentes, por parte de todas las instituciones que conforman el estado. 

La protección de la naturaleza, por tanto, constituye un pilar fundamental para la lucha contra el cambio climático.  Este último se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, debido a variaciones en la actividad solar o erupciones volcánicas grandes. Pero desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. Las consecuencias del cambio climático incluyen ahora, entre otras, sequías intensas, escasez de agua, incendios graves, aumento del nivel del mar, inundaciones, deshielo de los polos, tormentas catastróficas y disminución de la biodiversidad. 

El cambio climático puede afectar a nuestra salud, a la capacidad de cultivar alimentos, a la vivienda, a la seguridad y al trabajo. Algunos de nosotros ya somos más vulnerables a los impactos climáticos, como las personas que viven en pequeñas naciones insulares y otros países en desarrollo. Condiciones como el aumento del nivel del mar y la intrusión de agua salada han avanzado hasta el punto que comunidades enteras han tenido que reubicarse, y las prolongadas sequías están creando un riesgo de hambruna. Se prevé que en el futuro aumente el número de «refugiados climáticos».

Debemos seguir en alerta máxima, en tanto seguimos en una emergencia y con cada vez menor capacidad de respuesta, el tiempo se agota.

En este mismo sentido, y en términos locales, cabe decir que en lo que va de 2023 en Chile, se han registrado diversos incendios forestales, generados por extensas olas de calor y también como consecuencia de la acción humana. Estos están concentrados mayormente en las regiones de: Ñuble, Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Maule. Comprenden a abril del 2023, 450.000 hectáreas afectadas y provocan graves efectos en el ecosistema, con la extinción de flora y fauna. Al respecto, la Universidad Nacional Australiana develó en un estudio que la recuperación de los suelos puede tardar hasta 80 años.

El planeta se encuentra amenazado por la urbanización y las condiciones de producción que derivan en contaminación y explotación de recursos naturales. El objetivo debe ser conservar el medio ambiente y la biodiversidad, controlando y restringiendo los nuevos asentamientos y las actividades depredadoras, destructivas y contaminantes, así como también perseguir la protección de los espacios naturales, especialmente de aquellos que poseen un valor singular por la vegetación, la fauna, el paisaje o la geomorfología que presentan. Se trata de redirigir los esfuerzos para que el desarrollo de las personas sea compatible con la protección de la naturaleza.

Al día de hoy nos encontramos en un momento crítico en el que la huella ecológica de la sociedad supera la capacidad del planeta para regenerar los recursos que se consumen. Hoy más que nunca, a través del Día Mundial de Protección de la Naturaleza, el cuidado del medio ambiente es un asunto de prioridad esencial.

Más del 50 por ciento de la población mundial se encuentra en zonas urbanas, y consumen al menos un 60 por ciento más de energía y recursos que otras áreas, entre otras causas por el uso de automóviles y la concentración de polos industriales y financieros.

¿Cómo cuidar la naturaleza?
La Agenda 2030 de la ONU, junto con Greenpeace, proponen ciertos hábitos para proteger al medio ambiente y luchar contra el cambio climático.

  • Reciclar: separar los residuos y reutilizar materiales de desechos. 
  • Utilizar medios de transporte sustentables como la bicicleta y evitar conducir.
  • Crear un cajón de compost en el hogar.
  • Llevar bolsas ecológicas o de tela a la hora de realizar compras.
  • Comprar productos a granel, evitando el consumo de plásticos de empaquetado.
  • Cuidado del agua: es recomendable llevar rutinas cortas que reduzcan su consumo.
  • Reducir nuestra huella de carbono.
  • Consumir productos de estación y locales, que requieran poco traslado hacia los mercados.
  • Moda sustentable: acudir a tiendas de ropa vintage o usada, ya que se evitan los desechos textiles.
  • Reducir el uso de calefacción del hogar.
  • Construir techos verdes en zonas urbanas.
  • Reducir el consumo de productos provenientes de animales: la industria ganadera genera consecuencias severas en los ecosistemas.
  • Desecho del aceite: al utilizar aceite para cocinar, es recomendable almacenarlo en botellas hasta tirarlo. Esto se debe a que arrojarlo por la cañería contamina el agua.

Se puede afirmar que al día de hoy la implicación ciudadana va en aumento. Cada vez existen más normativas orientadas a la gestión y protección de la naturaleza, estableciendo un equilibrio entre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental.

En el Día de la Protección de la Naturaleza, como Masonas nos corresponde crear conciencia en nuestros diversos ámbitos de acción, sobre prácticas que aseguren la sostenibilidad de las industrias, y consumo consciente; lo que constituye el primer paso para luchar contra las consecuencias del cambio climático.

Por Carla Andrea Fucito Calderón, Economista e Ingeniero Comercial, Logia Hipatia N°31 de Santiago