La Gran Logia de Chile y la Gran Logia Femenina de Chile se reconocen como instituciones iniciáticas que promueven valores y principios comunes entre sus miembros y que desean proyectarlos a la sociedad y a la Humanidad a través de sus Iniciados e Iniciadas.
Este es el primer apartado que recoge el “Acta de Relación y Cooperación” firmada por ambas instituciones el día 29 de septiembre de 2018 en marco de la Reunión Blanca anual organizada por la GLCH cuya ceremonia contó con la Gran Maestra en ejercicio, Carmen Mardones Hauser y el Gran Maestro Sebastián Jans Pérez, quienes plasmaron su firma en dicho documento.
Este establece la posibilidad de actuar solidariamente ante cualquier requerimiento de la contraparte que aporte a su fortalecimiento y desarrollo, lo que incluye la facilitación de Templos o Casas Masónicas, según lo acuerden las logias dependientes de una u otra obediencia. De igual manera expresan que reconociendo sus diferentes orígenes y circunstancias específicas de desarrollo histórico e institucional ambas realizan sus trabajos a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo y declaran sostener relaciones de cooperación, permitiendo de esta manera llevar a cabo acciones en forma mancomunada con fines filantrópicos, realizar actividades públicas teniendo como base el pensamiento humanista y resguardando la protección de los derechos individuales, respetándose en autonomía y singularidad y sin intervenir en circunstancia alguna en los trabajos propiamente masónicos de la otra parte.
A la fecha han transcurrido 6 años desde que este compromiso se materializó, lo que se ha traducido en la realización de trabajos conjuntos no sólo a nivel macro, sino también acciones que replican y profundizan los postulados de este acuerdo, que se han llevado a cabo en distintas ciudades del país, entre talleres femeninos y masculinos, sosteniendo relaciones de colaboración de manera mutua con el propósito de posicionar, potenciar y relevar a la masonería y su constante búsqueda de transformación individual, desarrollando hombres y mujeres libre pensantes que contribuyen a una mejor sociedad con un sólido sentido de generar cambios sociales basados en principios valóricos, carácter laico y un profundo sentido humanista.
De esta manera, tanto la masonería femenina como la masculina mantienen su identidad sin modificar su esencia y aúnan fuerzas para convergen en proyectos comunes que reafirman su carácter transformador y formador de mejores seres humanos.
Revisa aquí el Documento Oficial del Acta de Cooperación.
Por Corresponsal Respetable Logia Rangiantü N°37 de Chillán.