Valores Masónicos: La Reflexión

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A lo largo de la historia la filosofía ha acompañado al ser humano, mostrándole un camino que permite a cada persona llegar a la interrogación y reflexión de aspectos profundos relacionados con la existencia.

¿Reflexionar? implica hacer una pausa para analizar la realidad y comprender cómo una persona se enfrenta al mundo, ello hará posible el autoconocimiento y el aprendizaje. Pues la reflexión diaria puede transformar la manera de entender el mundo y, más aún, comprender el actuar propio. Hacer de la reflexión una práctica diaria, es efectivo, significa apertura de mente y con ello reflexionar sobre las acciones, emociones y decisiones, y así aprender de los errores y mejorar continuamente.

La reflexión se convierte en un poderoso instrumento para desentrañar los misterios de la mente, las emociones y la identidad. De este modo, se convierte en un camino no solo de conocimiento intelectual, sino de autodescubrimiento.

El autoconocimiento está relacionado con la capacidad de reconocer las propias limitaciones y áreas de mejora. Al reflexionar sobre las debilidades, se comienza a trabajar en ellas, desarrollando nuevas habilidades y actitudes que le permiten a los hombres y mujeres evolucionar. De esta manera, la reflexión se convierte en una herramienta no solo para entender quiénes somos, sino para transformar el ser en la mejor versión de sí mismo.

La invitación es no conformarse con lo primero que se ve o escucha, sino que profundizar en temas que afectan la existencia, realizar un viaje hacia el interior y con ello enfrentar la realidad de la que se es parte.

Por otro lado, en el aprendizaje, adquiere una especial relevancia el reflexionar, pues el verdadero aprendizaje va más allá de memorizar información, ya que, ocurre cuando se cuestiona, analiza y se pone en práctica lo aprendido. La reflexión es la clave para transformar el conocimiento en sabiduría. Se accede a niveles más profundos para relacionar ideas, pero también para identificar las propias limitaciones. A través de la reflexión, se adquiere una mayor comprensión de las acciones y su impacto en los demás y en el mundo.

Cuestionar, reflexionar y aprender de la experiencia diaria es un paso fundamental para desarrollar una conciencia crítica y una vida más plena. Si se pone en práctica de manera constante, será posible conocer mejor el ser, cuestionar las certezas y caminar hacia una vida más auténtica y consciente.

Por Logia Mawida N°16 de Curicó.