El progreso es un concepto multidimensional que abarca aspectos sociales, tecnológicos, económicos y culturales. Es el motor que impulsa el avance de la humanidad en todas las áreas de la vida. Ha sido una fuerza impulsora, que nos desafía a superar los límites, a mejorar constantemente y a enfrentar los retos con determinación.
La resiliencia y la adaptabilidad son cualidades esenciales en este camino. El progreso no es absoluto; varía según las perspectivas culturales y sociales. A menudo, se asocia el progreso con la mejora de las condiciones de vida. Sin embargo, es importante cuestionar ¿qué entendemos por «mejora»?, ya que, a menudo, este progreso material no se distribuye equitativamente.
La brecha entre ricos y pobres se ha ampliado en muchas partes del mundo. Es esencial considerar qué significa realmente el progreso en un contexto donde no todos tienen las mismas oportunidades de beneficiarse de éste
A medida que avanzamos es esencial abrazar el progreso de manera responsable y ética para crear un mundo mejor para las generaciones venideras. A medida que avanza la sociedad, se deben reevaluar los valores que guían el progreso. La búsqueda de sentido, la justicia social, la empatía y el respeto por la diversidad deben ser pilares fundamentales del progreso, de la forma de vida y visión del futuro.
La educación juega un papel crucial en el avance de la sociedad. Que esta sea inclusiva y de calidad puede empoderar a las personas y generar una época de progresos individuales y colectivos, al promover el aprendizaje continuo y la adaptación a un entorno en constante cambio.
La ética se convierte en un factor clave en la toma de decisiones que afectan a la sociedad en su conjunto. El progreso está vinculado a la búsqueda de la igualdad de género y la inclusión social al promover un cambio positivo en la percepción de roles de género y en la eliminación de barreras sociales.
La búsqueda de un equilibrio entre el crecimiento económico, la inclusión social y la conservación del medio ambiente es esencial. Es sumamente importante que el avance tecnológico vaya de la mano con un desarrollo humano y social.
En conclusión, el progreso es una noción compleja que requiere una mirada crítica y reflexiva. Debemos estar dispuestos a cuestionar nuestras suposiciones y trabajar juntos para construir un futuro más equitativo, sostenible y humano.
Es importante cuestionar y reflexionar sobre nuestro propio entendimiento del progreso. En la masonería el progreso es un pilar, al igual que la tradición. El progreso es la visión de futuro que nos insta a considerar el progreso de todos los ámbitos. Nada es ajeno a la curiosidad del que pretende evolucionar.
En la Obediencia se trabaja con seriedad para satisfacer las más grandes aspiraciones que se proyecta en sus nobles ideales de libertad, igualdad, fraternidad y justicia social, procurando espacios laicos de discusión en el crecimiento espiritual. El masón y la masona son constructores, inclusivos y tolerantes, por eso protegen toda manifestación de progreso, procuran lograr actitudes con resultados integradores.
Por Rosita López, Corresponsal Logia Hipatia N°31 de Santiago.
