Desde 2015 se conmemora el Día de la Música Chilena cada 4 de octubre, fecha del natalicio de la cantautora, pintora, escultora y bordadora Violeta Parra, en cuya inmortal voz escuchamos “Arauco tiene una pena…” mientras sus manos de artesana hacían resonar la guitarra, uno de los principales instrumentos que heredamos de los españoles. Qué mejor ejemplo es este, para mostrar el origen mestizo de nuestra musicalidad y, por consiguiente, su innegable riqueza, nacida de la unión entre las decenas de diferentes culturas originarias con las inmigraciones europeas y africanas que, en un proceso de transculturación, no sólo influyeron en las vestimentas, comidas, creencias, sino también, en nuestra expresión artística.
De esta forma, en cada zona de la Patria (Centro, Arauco, Rapa Nui, Chiloé, zona Norte, Patagonia o Sur Austral), existen características propias con instrumentos tan variados como, por ejemplo, la zampoña, trutruca, arpa, pandero, hio, bombo, tormento, ukelele, rabel, charango, quena o kultrün; y con ritmos y bailes típicos tan representativos como el trote, sajuriana, sau sau, polca, vals, seguidilla, resfalosa, repicado, huaino, pürrún o el tamuré, entre otros. Destacándose entre ellos la Cueca que, a través de sus versiones de cueca chilota, campesina, de salón, nortina, brava, es una muestra más de la diversidad recién resaltada.
Resulta importante aclarar que este Día intenta mucho más que recordar el nacimiento de una sola figura, pues lo que persigue es celebrar a todas las personas que han aportado a la música chilena. Por lo tanto, no podemos dejar de mencionar en este artículo a quienes han estudiado la música chilena, Rodolfo Lenz, Julio Vicuña Cifuentes, Ramón Laval. O de quienes la han recopilado y expuesto como Margot Loyola, Raquel Barros, Gabriela Pizarro, Osvaldo Cádiz, Manuel Dannemann, Adolfo Gutiérrez y su conjunto Rauquén, Osvaldo Jaque y su grupo Paillal, Manuel Luna y su Estudiantina de La Chimba. Y también a aquellos que la han creado y/o interpretado como la ya nombrada Violeta -y su familia- o Inti Illimani, Illapu, Quilapayún, Víctor Jara, Patricio Manns, Rolando Alarcón, Pedro Messone y muchos más que han logrado mantener vivas las tradiciones folklóricas.
Por último, señalar que este 2024, la SCD (Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales) desarrollará una actividad el 5 y 6 de octubre, que contará con la participación de 18 músicos/grupos en donde se rendirá homenaje a lo costumbrista y a las nuevas expresiones de nuestra chilenidad musical.
Por Karin Espinoza Godoy, Logia Ayün N°4 de Santiago.
Foto: La zamacueca (Manuel Antonio Caro, 1873).