La historia oficial enseña que el primer paso hacia la Independencia de Chile fue la formación de la primera Junta de Gobierno el 18 de septiembre de 1810. Dice también que la inspiración de los independentistas era libertaria y democrática. No dice con claridad que en esos años habían tres visiones del hecho.
El primer grupo estaba formado por españoles y criollos aristócratas que no deseaban separarse de la metrópoli porque el orden administrativo y económico les daba garantías de continuidad. El segundo lo constituían criollos ilustrados que aspiraban a escindirse de la corona sin abandonar las bondades de ser una colonia y alzarse como burguesía comercial y terrateniente; y un tercer estamento imbuido de ideas humanistas, partidarios de una república democrática y representativa.
La Patria Vieja, la Reconquista y la Patria Nueva fueron expresiones bélicas y políticas que desembocarían en la declaración de la Independencia en el año 1818, para situar en el mundo a la nueva nación como Estado autónomo.
La misma historia oficial indica que en la actualidad Chile es un país en vías de desarrollo, capaz de incrementar su producto interno, acceder a tratados comerciales y pertenecer al grupo de economías emergentes. Hay quienes observan críticamente esta realidad, porque Chile está en deuda con sus habitantes en temas como educación pública e igualitaria; en temas de desarrollo en innovación científico-tecnológica; derechos sociales básicos como salud, pensiones, vivienda, cultura y arte como plataformas de identidad y conciencia colectiva.
Con el mismo soslayo de doscientos años atrás no se dice claramente que los tres estamentos están presentes. Una clase gobernante que se turna en la administración del Estado que se reproduce endémica y nepóticamente; otra clase surgida de la dinámica capitalista empresarial mimetizada de productividad y extractivismo y una tercera formada por profesionales, pequeños emprendedores, trabajadores empleados y obreros tercerizados.
La Masonería Femenina comparte los valores que inspiraron el nacimiento de nuestra República y trabaja para hacer de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad valores cotidianos que señalen un camino por donde transitar hacia un futuro más sororo e inclusivo.
Por Minón Undurraga, Logia Ailyn N°18 de Puerto Montt.
