Día Mundial de los Océanos

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“Cuanto más veo actividad humana irresponsable, contaminación, acidificación, extracción, devastando el océano, más me encuentro preguntando…. ¿La humanidad ha olvidado que el océano no sólo cubre el planeta, sino que también lo sostiene?”

Jason Momoa, actor y defensor del medio ambiente.

El día mundial de los Océanos se celebra cada 8 de junio para recordar a todos y todas su importante papel en nuestra vida cotidiana. Tiene el propósito de informar sobre el impacto de los humanos en el océano, desarrollar un movimiento mundial de apoyo y unir a la población en un proyecto para la gestión sostenible de nuestros mares.

Para las Naciones Unidas el día mundial de los Océanos 2024 tiene como tema el “Despertar nuevas profundidades”(1) en un año enmarcado en el Decenio de Ciencias Oceánicas de la ONU(2). No hay tiempo para ojos que no ven, corazón que no siente, la relación con los océanos tiene que cambiar con urgencia, porque hasta el momento nuestros esfuerzos no han hecho más que rozar la superficie y para motivar un impulso generalizado a favor de los océanos, se necesita despertar nuevas profundidades.

La importancia de los océanos es que sustentan y favorecen todas las formas de vida en la Tierra, son los pulmones de nuestro planeta aportando al menos el 50% del oxígeno, cubren las tres cuartas partes de la superficie terrestre y proporcionan recursos naturales clave como alimentos, medicinas, biocombustibles y otros. Constituyen, también el mayor sumidero de carbono del planeta absorbiendo alrededor del 30% del dióxido de Carbono, amortiguando en algo los impactos del calentamiento global. Ayudan a descomponer y eliminar los residuos y a reducir la contaminación, alcanzo esta última niveles extremos, donde más de 17 millones de toneladas métricas contaminaban el océano en 2021 y se estima que esta cifra se duplicará o triplicará para el año 2040, siendo el plástico el tipo de desecho marino más dañino.

En la actualidad, el pH medio del océano es de 8,1, aproximadamente un 30% más ácido que en la época preindustrial, esta acidificación de los océanos amenaza la supervivencia de la vida marina, perturba la cadena alimentaria y socava tanto los servicios vitales que prestan los océanos como nuestra propia seguridad alimentaria.

Para ver sobre la importancia de los océanos, ver “Océanos saludables, planeta saludable”.

De los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, del cual Chile se hizo parte como metas a cumplir en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible(4) -agenda global de desarrollo, universal y holística-, el ODS 14 “Vida Submarina”, busca conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos, de la cual depende la existencia de nuestra humanidad y la vida en la Tierra en general.

Ante la pregunta ¿Cómo podemos aportar a resguardar a nuestros océanos?, fomentando la Economía azul por ejemplo, la cual se refiere al uso sostenible de los recursos oceánicos para el crecimiento económico, el mejoramiento de los medios de vida y la creación de empleo, mientras se preserva la salud de los ecosistemas oceánicos, reconoce esta la importancia de los océanos como motores económicos busca producir un equilibrio entre las demandas económicas de la humanidad con la necesidad de proteger y conservar los ecosistemas marinos. Implementar el uso de alguna forma de energía renovable (solar, eólica, otra), potenciando la gestión de residuos, la economía circular, el transporte marítimo, la pesca y la acuicultura sostenibles, entre otras acciones.

Somos islas en estos vastos océanos, pero cada acción personal cuenta, podemos contribuir exigiendo a nuestros Estados cumplir con los ODS, aumentar la financiación de la ciencia oceánica, intensificar los esfuerzos de conservación, reducir los impactos de la actividad humana, entre otras estrategias. Y en nuestra vida cotidiana, aplicar alguna forma de economía circular con nuestros residuos (reutilizar, reciclar, reparar, etc.), no contaminar nuestras playas especialmente impidiendo el vertimiento de plásticos, hidrocarburos u otros contaminantes, en definitiva, educándonos y ejecutando acciones que resguarden nuestro principal sustento y fuente de vida. En nuestro viaje y perfeccionamiento del templo interior y navegando en los grandes océanos del conocimiento, busquemos la luz que nos ayude a aportar en esta lucha por lograr océanos libres de contaminación y tomando conciencia del daño ambiental que algunas de nuestras actividades pueden llegar a realizar.

Por Alejandra Carevic Sierra, Departamento Medio Ambiente y Sustentabilidad GLFCH.

REFERENCIAS:

(1) https://unworldoceansday.org/

(2) https://oceandecade.org/es/

(3) https://www.youtube.com/watch?v=Wy8i-iRZQdo&t=27s

(4) https://www.chileagenda2030.gob.cl/
https://www.chileagenda2030.gob.cl/storage/docs/Estrategia_de_Implementacion_Agenda2030.pdf