El Día del Profesor es una celebración internacional que tiene su origen en la Primera Conferencia de Ministros y Directores de Educación de Educación de las Repúblicas Americanas que se llevó a cabo en Panamá el año 1943.
En tanto, que en nuestro país la fecha 16 de Octubre, Día del Profesor, coincide con el día de la creación del Colegio de Profesores de Chile en el año 1974. Sin embargo, desde hace varios años ya se había celebrado el día del docente por primera vez el 11 de septiembre de 1943 por decreto del Presidente de la época, Juan Antonio Ríos.
La razón de esta importante conmemoración tiene su origen en el fallecimiento de Domingo Sarmiento, un profesor argentino, pionero en la educación en nuestro país. Fue él quien fundó la primera institución educativa de América Latina para formar profesores, la Escuela Normal de Maestros de Chile.
Ahora bien, dejando a un lado el contexto histórico de este día tan especial, no podemos olvidar el rol que ejerce actualmente el profesor en la formación y educación de niños, niñas y jóvenes que es tan fundamental y por tanto innegable. Una sociedad que debe su esencia al profesor. Cada integrante, cada profesión, fue enseñada por un docente. Un médico, un ingeniero, un abogado y una infinidad de profesiones, deben su existencia a la mano de un maestro.
Enseñar recordemos, no es solo entregar conocimientos, también es enseñar valores, los cuales son tan necesarios hoy. La honestidad, la responsabilidad, la empatía y tantos otros, que al igual que en las familias, los profesores día a día inculcan estos valores en la sala de clases.
Asimismo, la acción de enseñar es dejar una huella en la vida de una persona. La influencia de un profesor hacia sus alumnos es inmensa, podríamos decir que es un aprendizaje significativo porque perdurará por toda la vida. Un alumno nunca olvidará a un profesor, ya que, gracias a él, ese estudiante se convirtió en la persona que es hoy, una persona que aportará a la sociedad.
Todas esas habilidades y herramientas del saber que fueron otorgadas a profesionales y técnicos forjarán el futuro y el destino de todo un país que espera ansioso seguir creciendo y por supuesto convertirse en una mejor versión.
No olvidemos nunca la Labor Docente, todo lo que hay detrás para preparar una clase, horas de sueño y planificación que son destinadas a los alumnos con amor, y precisamente ese es el corazón de la enseñanza, enseñar con amor.
La masonería tiene un sistema educativo, tradicional y simbólico que se visualiza a través del avance del proceso de perfeccionamiento personal de cada una de sus integrantes.
Para finalizar, recordar las palabras de Pedro Aguirre Cerda que fue Presidente de nuestro país (1938-1941). “La educación es el primer deber y el más alto derecho del Estado”, él acuñó la frase “GOBERNAR ES EDUCAR”.
Por María Beatriz Gómez, Corresponsal Logia Granada N°33 de San Fernando