
Su vida está en Francia. Allí nació y allí vive en la actualidad. Se llama Ana María Tijoux Merino, conocida en el ambiente musical como Ana Tijoux.
Este 12 de junio cumple 48 años y tiene dos hijos. Es Gemínis y acaso por eso es tan comunicativa. Llegó al mundo en la ciudad de Lille, hija de exiliados chilenos que debieron dejar el país tras el golpe de Estado de 1973. Es cantante, letrista y compositora de rap chileno y su primera visita a Chile fue para ver a sus abuelos, en 1983. Ese mismo año se realizó la primera protesta nacional en contra del régimen militar.
Su música contiene temas políticos y populares, se hizo famosa en América Latina como la voz de la banda de hip hop «Makiza» a finales de la década de 1990.
Sus canciones abordan temas tales como la marginación social, la identidad internacional / nacional y el colonialismo. Ella misma ha descrito su producción musical como resultado del conocimiento político. Se le define como una activista feminista y los temas de género juegan un rol fundamental en su música.
Recientemente se rehusó a actuar en Israel y firmó el compromiso de Músicos por Palestina. Esas y otras tantas acciones le han valido ser reconocida por su consecuencia y compromiso social, cuidado del medio ambiente, especialmente con la protección de las prácticas culturales indígenas relacionadas con la naturaleza.
Las canciones de Anita Tijoux se han vinculado a diferentes movimientos contestatarios. Algunos ejemplos:
En su álbum «Shock», de 2011, está la canción «La Bala», que se convirtió en un himno del movimiento de protesta estudiantil a principios de la década del 2010 y que hablaba de los costos que hace inasequible, para muchos, de la educación superior en el país.
En su álbum “Vengo”, la letra de «Somos Sur», promovió un mayor activismo tras un período de protestas en todo el mundo en 2014.
En 2019, publicó un montaje de video de “las protestas que sucedían en Chile” con su canción recién lanzada «Cacerolazo» sonando de fondo.
En 2020, colaboró con la rapera chilena “MC Millaray” en Rebelión de Octubre. Esta canción conmemora las circunstancias y el tratamiento de las protestas chilenas de 2019, la participación de MC Millaray aporta con su letra y voz mapuche.
La amplia trayectoria de Anita Tijoux muestra no solo un vasto currículo musical y una creatividad rapera notable. Las letras de sus canciones son hermosas y contundentes y conocerla más allá de su efeméride ha sido una linda experiencia.
Comprobar que la música -a lo largo de la historia- ha sido y es también una herramienta de compromiso social que promueve la unión, la conciencia y la transformación, es reconfortante, ayuda como medio de expresión, reflexión y comunicación, a la construcción de identidades y la difusión de mensajes sociales.
John Blacking en su libro “¿Qué tan musical es el hombre?” relata cómo desde la prehistoria el vínculo entre música y sociedad es indivisible.
Por María Teresa Cortés, Corresponsal Logia Araucaria N°1 de Santiago.
Fotografía por Inti Javiera Gajardo.